El Shibari, también conocido como Kinbaku, es un antiguo arte japonés de atadura con cuerdas que tiene sus raíces en el Hojojutsu, una disciplina de la era samurái utilizada para restringir a prisioneros. A lo largo de la historia, el Shibari evolucionó hasta convertirse en una expresión artística y erótica, fusionando la belleza de las formas con la sensualidad de las cuerdas.
En la actualidad, el Shibari y el BDSM están intrínsecamente ligados, ya que el arte de atar y ser atado se ha convertido en una práctica esencial dentro de la comunidad BDSM. La unión de cuerdas entre el rigger (quien ata) y el modelo (quien es atado) crea un vínculo profundo de confianza y entrega, permitiendo explorar la dominación, sumisión y placer a través de la entrega controlada.
El Shibari ofrece un espacio seguro para la expresión de fantasías y deseos, donde la comunicación y el consentimiento son fundamentales. Esta combinación de técnica, estética y conexión emocional ha llevado al Shibari a traspasar fronteras culturales, cautivando a individuos y parejas en todo el mundo, quienes encuentran en esta antigua práctica una vía para la exploración íntima y el enriquecimiento de su vida sexual.